El Tribunal Supremo dicta a favor de LOS PELAYOS
EL TRIBUNAL SUPREMO DICTA A FAVOR DE “LOS PELAYOS”.
NOTA DE PRENSA. Madrid, 23 de junio de 2004
El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso presentado por El Casino de Juegos Gran Madrid, anulando así la prohibición a Los Pelayos de acceder a sus instalaciones por “cometer irregularidades en la práctica de los juegos” y obtener años atrás varios premios en la ruleta utilizando técnicas basadas en el cálculo de probabilidades.
Los Pelayos utilizaban técnicas informáticas para descubrir imperfecciones en las ruletas. Observaban durante un tiempo la frecuencia de los resultados de las ruletas para, mediante un cálculo de probabilidades con un programa informático determinado y tomando como base las sentencias, predecir los posibles resultados ganadores con un mínimo margen de error.
En la sentencia hecha pública el 22 de junio de 2004, el Alto Tribunal establece que el sistema ideado por Los Pelayos para jugar a la ruleta, se basaba en la “utilización del ingenio y la aplicación de la técnica informática. Sin más”.
Según describe la sentencia, ese ingenio llevó a Los Pelayos a “descubrir que en una o unas determinadas ruletas unos números tenían, por causas físicas atinentes a ligerísimas imperfecciones de construcción o colocación, imperceptibles a simple vista, más probabilidades que otros en resultar ganadores a lo largo de un tiempo de juego más o menos prolongado”
En palabras de Gonzalo García-Pelayo “tan ilegal como pasar los números por la olla exprés”, quién se muestra satisfecho con la sentencia además de “por el gusto de ganar, porque el Supremo limpie definitivamente su imagen de tramposos”, como ya se había demostrado en su libro “la Fabulosa Historia de Los Pelayos”.
“Nosotros tomábamos datos que eran públicos, incluso el casino incentivaba a los otros jugadores a anotar los números que salían. Ofrecían los datos en paneles y entregaban hojas para anotarlos, pero para que los jugadores tomasen decisiones matemáticamente equivocadas. Nosotros hacíamos lo mismo que todo el mundo, pero con un análisis correcto”, añade Gonzalo.
El Casino les prohibió la entrada por las pérdidas que estaban teniendo, acusando a Los Pelayos de tramposos. La Delegación del Gobierno ordenó que les permitiesen la entrada y ahora el Tribunal Superior concluye que “Cuando Los Pelayos jugaron a la ruleta, el juego no dejó de practicarse con toda regularidad, sin manipulación alguna de la propia ruleta, sin sustituir la elección del número o números a cuyo favor se apuesta después del momento en que ello ya no es permitido, sin influir en momento alguno en el discurrir de la bola y del cilindro, con sujeción, por tanto, al azar del número en que la bola finalmente se pose”
“Es muy de agradecer que la sentencia reconozca nuestro ingenio y capacitación técnica y sobre todo que confirme definitivamente que estas técnicas no suponen ninguna trampa, que es lo que siempre hemos defendido” concluye Gonzalo.
Tras esta sentencia, es probable que volvamos a ver a Los Pelayos retando a los casinos, e incluso irán más allá, pues Gonzalo recomienda, además de la ruleta, aplicar otras técnicas para los juegos del póker y apuestas deportivas por Internet.