Alegrías de Cádiz un viaje divertido
Alegrías de Cádiz un viaje divertido, poético, alocado y fresco.
Este sábado vi la película “Alegrías de Cádiz”, de Gonzalo García-Pelayo y tengo que decir que disfruté un montón. Como todo lo que procede de Gonzalo y del clan de los Pelayos, no es un film al uso.
No se trata de una historia troncal en la que los personajes debaten con la vida, y la transforman y se transforman; navegando entre las aguas del documental y de la ficción, nos vemos inmersos en un viaje divertido, poético, alocado y fresco que nos reconcilia con la vida. Viendo esta película, uno entiende que los ciudadanos de los países más desarrollados quieran venir a conocernos, pero que, al mismo tiempo, no estén dispuestos a prestarnos unos euros sin poner mucha letra pequeña en el contrato.
El hecho de que esté hecha con unos miles de euros (que a Bárcenas se le quedarían entre los dientes) añade mérito a esta aventura. Enhorabuena.
Tato Cabal