Mujeres heridas (2016)
Gonzalo García-Pelayo
“¿Herida ontológica? Heridas en el propio ser, no solamente en el propio estar. Herida cubierta por la juventud pero que parece aparecer cuando se llega a la madurez. Feminidad después de haber vivido. Niñas 3”.
Gonzalo García Pelayo
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Duración: 75 minutos
Director: Gonzalo García-Pelayo
Intervienen: Susana López Corcuera, Vanessa García-Pelayo, Mónica Lleó, On Nutchari Bunsri, María Reyes Arias, Agapito Maestre, Leonor Camino, Martina Cábez.
Argumento: Gonzalo García-Pelayo
Guión: Susana López Corcuera, Vanessa García-Pelayo, Mónica Lleó, On Nutchari Bunsri, María Reyes Arias, Agapito Maestre.
Música: “De un alma antigua”, “Vaiven”, “Cuando amanezca a volar”. Letra, música e interpretación Fernando Arduán.
Por Orlando D Drago:
Quizás sea Mujeres heridas una de las películas más complejas y emotivas de Gonzalo García Pelayo. Con Mujeres heridas, Gonzalo, que casi nunca parte de un texto propio, consigue una vez más hacer suyas las palabras de los otros. Y en esta ocasión va mucho más lejos, con esta película logra una unidad conceptual a través de una multiplicidad de discursos. Discursos que no sólo aparecen en la habitual manera secuencial y dialogada de los personajes convencionales de un film, sino que surgen a través de diversas formas. Sí, hay personajes que hablan, pero también hay voces en off que relatan historias, no necesariamente propias (las voces mutan de la edad y sexo del narrador real), aparecen intertítulos que ocupan toda la imagen o impresiones simultáneas, divergentes o paralelas al discurso sonoro. Constituyendo el conjunto un, a veces apabullante, maremágnum de ideas que se suceden. Estando tal vez en esa confusa forma el verdadero mensaje. Es cierto que en una primera capa todo puede aparentar que se reduce a un dualismo: Oriente y Occidente, mujeres y hombres (casi ausentes en presencia física, salvo un filósofo), presente y pasado, lo que se vive y lo que se recuerda. Pero según avanza su exposición los discursos se van multiplicando, entrecruzando, sobreponiendo, como sería para un ser omnisciente la misma realidad. El mundo como circo de dos, tres, cuatro y a veces incontables pistas.Publicado por Orlando D Drago Link a la crítica
Nos hacemos un cine:
Si conectas con el cine de Gonzalo vas a verte sorprendido una vez tras otra. Con seis películas en apenas dos años, el director ha optado por una carrera de acumulación, y pese a eso, no ha renunciado a la calidad. Tiene una ventaja Gonzalo con su cine, ha renunciado a la perfección, no importa que un actor, o en este caso, él mismo, se trabe al leer un texto, o que una imagen en un momento dado no sea todo lo precisa que podría esperarse. Ha interiorizado el concepto del wabi-sabi, una apreciación estética de la evanescencia de la vida, alejado de la belleza por la belleza y cercano a la belleza de las cosas por el hecho de serlo, bellas por imperfectas, por incompletas, por mejorables, bellas porque evidencian vida, y la vida no puede ser perfecta porque deja de ser bella. Aunque esto es una interpretación suicida alrededor de un concepto que las palabras japonesas no son capaces de explicar, el wabi sabi es eso, wabi sabi, y Gonzalo ha empezado a recoger en su cine, mediante la unión de muchas partes imperfectas, un concepto de difícil explicación pero de muy bella contemplación. Las mujeres que aparecen en pantalla son imperfectas en cuanto humanas, sufren, han sufrido y sufrirán como todos los demás, en sus rostros el paso del tiempo va hendiendo surcos. Las heridas de la vida salen a la luz de manera magistral, basta con saber escuchar.Link a la crítica
Por Fernando Arduán:
Una película de dragones. Me siento muy orgulloso de haber participado en otra peli tuya. Vuelves a renunciar a una peli sobre el descubrimiento de América, para en esta ocasión, hacer una peli sobre naufragios. Bueno, “película”, es un término algo ordinario y prostituido ya. Mujeres heridas es más bien una tarde, una parada. Otra vez miramos donde pocos miran, y con la intención imposible sin ti. Una peli que habla de ser valiente. De amar. La necesidad de respirar. Qué contento estoy, siento haber abrazado la verdad otra vez. La verdad con el rímel corrido de un tiempo feroz. Que historias, que gestos. Que tensión mantenida. Cuanta labilidad humana. Cuanto color para el mundo. Se advierte la herida, como un paréntesis en la sonrisa. Eso es valiente. Es viento con forma de mujer. Mujeres todas fuertes y honestas, que repelen la ordinariez y el transcurrir absurdo llenando de verdad las avenidas y los parques. Yo que se, son selvas. Me siento satisfecho. Y me siento en el lugar donde debo estar, mirando donde debo mirar. No sé cuál me gusta más. Muchas gracias. Teníamos que haber ido a los Oscar. Pero bueno, pin pon fuera. Gracias otra vez Gonzalo. Saldrá el amor!!!!Por Héctor Márquez:
En “Mujeres heridas”, se suceden historias personales de mujeres anónimas o conocidas que hablan de los efectos emocionales de sus biografías: amores rotos, imposibles, historias familiares secretas, el conflicto entre la lealtad y el deseo, el conflicto de tener que ser varias cosas y sus contrarias a la vez de forma ontológica, las consecuencias de ser eros y tánatos al mismo tiempo… Con ese espíritu desfilan ante la cámara varias mujeres, maduras en general que cuentan historias de sí mismas y de otras mujeres que conocieron. Leen textos sobre las hermosas canciones de Arduan, otro de los centenares de músicos a los que Gonzalo ha apadrinado en su vida, solapan sus palabras y voces leídas o improvisadas sobre la pantalla, muestran sus heridas, hablan de ellas.Por Javier Redondo:
Tengo miedo de romperme, tengo miedo de quererte… mujeres heridas pero que se lamen las heridas, la más triste pero también la mejor de las películas del lote…Por Alfonso Balón:
MAESTRO: “Mujeres heridas” me ha maravillado. Enfocas desgarros sin caer en lo facilón, pellizcando sentimientos, tomando esos pedazos de planos -los de Susana abrazada al árbol y la canaria impresionan- tan pelayianos. Frases demoledoras (“muérete ya”, “joder, me muero y no hemos follado”). No sé qué enamora más de Vanessa: su sensatez, dulzura, saber oír, sonrisa, belleza; me da igual. Me entusiasma no edites las locuciones, salgan los números primos, fundas imágenes con Arduán.Por Joserra Halcón:
La gran “sensación” que me ha dejado esta película, lo mejor con diferencia… es el discurso de Vanessa sobre la ausencia de deseo. Esta extraordinariamente natural, valiente y osada (ha salido a alguien que yo conozco) y bella en sus sentimientos y contradicciones. Toda una sorpresa! (Sorpresa por cómo lo dice y lo siente, no porque le ocurra. Es lo natural entre muchas mujeres que ya no quieren procrear, que es para lo que biológicamente se ha inventado el sexo. Conozco algunas que les ocurre lo mismo, pero para ellas no es una maldición… más bien para ellos) Sobre las demás, el sempiterno y enigmático problema femenino sobre las laberínticas insatisfacciones femeninas es un tema que no domino. Aunque siempre es interesante escuchar detrás de una cortina/cámara a las mujeres hablar de sus cosas de mujeres, contado al estilo García Pelayo. Como paradoja, decir que la actriz canaria de ojos azules que es la más inestable y contradictoria de todas, es la que me pone. Qué vida ésta más imperfecta! Dejo para lo último, las preciosas baladas cantadas con ese deje elegante y resignado de Fernando Arduán. Sencillamente insuperables. Es grande de verdad este tipo. El mundo no es justo con gente tan talentosa como él (lo que viene siendo el wabi sabi)Por maría José Galindo:
“Dos veces van Vanessa y Susana geniales una introspección hacía el uno mismo ahondar y llegar a esas espinas que luchamos por disimular. El resurgir del dolor y volver a buscar el color a lo que nos sigue regalando la Vida. Apreciar la belleza que guarda lo feo lo imperfecto lo que sabemos no dura para siempre ( por eso lo deseamos mas ).”Por Tessy Alvarado:
He visto la película ” Mujeres heridas” ésta tarde y la verdad no me esperaba encontrarme con tantas revelaciones tan emotivas. A medida que vais contando, entráis en detalles cada vez más íntimos. Yo creo que cada mujer se reconoce un poco en vuestros testimonios. Me gustó mucho, Susana Lopez Corcuera cómo te buscas después de treinta años que de alguna manera te sentiste otra. Ni mejor ni peor, diferente. Los caminos que tomamos los seres humanos no son iguales pero tampoco muy diferentes. Que buscamos al contacto de los demás?? Seguridad, confirmación de lo que crees ser el amor, la felicidad, la maternidad?? Seguro que cada mujer puede contar infinidades de cosas sentidas y vividas, sin embargo con toda la emoción que se desprende de vuestros desahogos, se nota una recatada timidez al contarlo.Por Tania Valle:
Me ha vuelto a encantar tu trabajo, la película es magnífica y te mantienen atenta de principio a fin, atenta y despierta a todas las historias que se cuentan simultáneamente, y que todas mantienen la atención, a veces intencionada y otras, sin darte cuenta, lees, oyes y encima sientes, porque no te quedas indiferente a ninguna de ellas. Me ha gustado mucho de verdad, de principio a fin. Me he sentido identificada, interesada y, a veces, sorprendida con el transcurso de las distintas historias. Y si bien la narración de Javier ha sido en otras películas uno de los puntos fuertes, he sentido que en ésta tu voz era la que tenía que narrar, como algo que casi no había que dudar, tenías que contarla tú, pero que me ha sorprendido, tal vez por estar acostumbrada a Javier. Susana, es que no sé ni qué poner…he llorado y reído muchísimo con ella en esta película, está maravillosa. Y Vanessa, que está especialmente bella, es fantástica dentro y fuera de cámara. Cuenta con una sutileza maravillosa las historias a través del ensamblaje de todo lo que tú ves, ¡qué bonita armonía!. En definitiva ver Mujeres Heridas ha sido otra increíble experiencia para los sentidos.María Avello:
Bravoooo! Que dirían los franceses, me he emocionado contigo Susana, con Vanessa también, habéis sido muy valientes de desnudar vuestras almas para nosotros, creo que todas somos en algún momento alguna de esas mujeres. Te comentaré más pero me has emocionado!Por Juan Manuel Garcia Ferrer:
Pues que creo que sí me ha llegado esta última película de Gonzalo García Pelayo, “Mujeres heridas”(2016), empezando por la fuerza de su título. Y era difícil para mí, que generalmente huyo de introspecciones verbalizadas, que suelen indisponerme con facilidad. No me veo yendo al psicoanalista, y menos escuchando lo que se debe decir desde el diván de un psicoanalista.En su proceso de recuperación de sí mismo como director de cine, ahora reinventado, con la machada de tres películas rodadas al unísono este verano, y aquí la tercera, en esta ocasión GGP planta la cámara ante mujeres hablando de las marcas del amor en la edad adulta y, como en otras de sus últimas películas, iba a decir que se queda ahí admirado de todo lo que le pasa por ahí delante, y quiere traspasarnos ese sentimiento a los espectadores, pero estaría faltando a la verdad, porque no se planta ahí pasivamente, ni mucho menos: Hace por el contrario todo un caldo en el que se da el mismo valor -porque todo contribuye a la idea- a la imagen de mujeres (alguna tan próxima como su hija) explicándose, textos de un supuesto blog consultorio que circulan por la pantalla, recitados y lecturas, rótulos con versos que sustituyen por momentos a los habituales primerísimos planos escrutadores de ojos y hasta la misma música, recuperando felizmente al Fernando Arduán de “Alegrías de Cádiz” para que toque y cante unas cuantas canciones.
Se alcanza con todo ello, o al menos a mí me ha ocurrido, una extraña compenetración con estas mujeres de madurez felizmente asumida y todo lo que explican.
Si alguien tiene el momento para ver cómo les resulta la experiencia y quiere sumergirse en todo un mundo de primeros planos desentrañando la profunda emoción de la evocación, de reflexión y poesía.